Lo que hace un par de semanas no terminaba de quedarme claro se despejó hoy. Para mi tranquilidad. La verdad sea dicha. Pero no se por qué no se me dibujo ni un poquito de sonrisa en el rostro.
Fue como un rayo que me fulminó. Me arrastró hasta un sitio privado. El más. Y me mostró la verdad. Única y absoluta. Si bien ésta ya se me habia revelado a través de una divina rayita. Aún me costaba creerlo. Y cuando estaba dispuesta a dejarlo todo por ese cambio de 180 grados en mi vida, descubrí que aquello no pasó de ser una fantasía. Mitad psicológica mitad disparatada. Como me lo dijo uno de mis terapistas: "Ni hablar. No es la forma". Y aunque no me guste admitirlo, tiene razón. En todo caso, debería sentirme feliz. Con ganas de hacer mil cosas. Ahora que cuento conmigo misma. Ahora que solo soy yo. Una y nada más que una. Pero para asombro de muchos no es así.
"Mejor ya ni te imagines que hubiera pasado". Pero me lo imagine. Y en mi bola de cristal vi algo de llanto. Mucho de reproche. Mil problemas. Pero también mucha ilusión. Quizas todo esto se solucione con un hamster. Y con diez sesiones más de terapia. Un curso intensivo de pilates. Dos horas en el gimnasio. Y una sesión de 30 minutos en el sauna para salir alelada. Resulta curioso cómo pasa el tiempo y los planes se van simplificando. Vamos quitando tanto adorno tonto y nos quedamos con lo esencial. Chanchito, ¿si puedes esperar un poquito más para arribar, no?
Coincidentemente escribo este post cuando la noticia del nacimiento de los Octillizos de Estados Unidos ha dado la vuelta al mundo:
¡Fueron Ocho!
Una mujer californiana dio a luz ayer a octillizos, seis niños y dos niñas que se encuentran en buen estado de salud pese a que fueron inmediatamente trasladados a la unidad de cuidados intensivos para neonaotos, según los médicos de hospital en el que nacieron y que quedaron sorprendidos por este insólito nacimiento, el segundo en la historia en Estados Unidos.
Cada niño peso entre 1, 47 kilogramos y 680 gramos y los doctores los identificaron en un primer momento por letras, de la 'A' hasta la 'H'. De hecho, "quién lo iba a decir, después de sacar al bebé 'G', que era lo que esperábamos, nos sorprendió el 'H'", relató la portavoz del hospital, quien recogió la sorpresa incluso de los propios padres.
No se me ocurre mejor canción que ésta. Porque me acompaña ahora. Y quizas - Dios mediante - mañana también lo haga.
5 comentarios:
El ejercicio siempre es bueno.
En cuanto a los octillizos, bueno yo la sufro harto con dos así que no me imagino a los padres como van andar despues xD.
Saludos.
Igualito que la serie "Con ocho basta" pero de una vez ¡vaya! se acabó el aburrirse.
Qué bárbaro. Estos no vienen con un pan bajo el brazo. Estos, directamente, se han traído la panadería entera. ¡Ja,ja,ja,ja,ja!
saludos Mirellita .. por fin admitiste que usas bolas de cristal...
Soy la mas bruja!! Lo fui cuando compraba inciensos Lo soy cuando prendo mis velas y lo sere tb cuando sea mami =) Esa es la verdad jaaa!!
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