MALDAD

Qué cara de espanto pondrás. Cuando llegue presurosa a casa. Te sirva diligente tu cena. Me calce los tacones más altos que encuentre. Me pinte los labios del marrón más rabioso que imagines. Y en la cúspide del histérico desasosiego. Suelte mi cabello y abofetee tantas veces tu insoportable cara de ardilla. Que absorto en tu incredulidad contemples. Cómo destruyo tus infantiles recuerdos nerds. Tiro por la ventana tus pulcros papeles. Rompo mil veces esa estúpidas camisas de neonato. Y vierto aceite caliente sobre tus zapatos recién comprados. No sin antes gritarte lo infeliz que me hiciste en tu perfecta noche de ayer.

Pero me conformó con tararear dulcemente. Con la timidez que te susurré hoy al amanecer. Sí mi amor. Una bella canción de amor. Con toda la calidez que tu oscuro beneplácito despierta en mi.

Voy a volverme como el fuego. Voy a quemar tu puño de acero.
Y del morao de mis mejillas. Saldrá el valor para cobrarme las heridas.

Malo, malo, malo eres. No se daña a quien se quiere, no.
Tonto, tonto, tonto eres. No te pienses mejor que las mujeres.

Malo, malo, malo eres. Malo eres porque quieres.
Malo, malo, malo eres. No me chinges que me duele.

Eres débil y eres malo. No te pienses mejor que yo
Ni que nadie. Y ahora yo me fumo. Un cigarrito y te echo el humo
en el corazoncito . Malo . Bebe.