9.10.2007

La Mássssssss Felizzz!!!!!


Me encontré nuevamente con esa pequeña puerta de madera. Un hola! familiar. La escalerita de ascenso. Y cada paso de aquella me revelaba una escena distinta. Aquel inconfundible aroma volvió a mí. Wuauh!. Recordé cómo estaba vestida todas esas noches. El maquillaje. Los accesorios. La ansiedad en el aire. El qué diré. El qué dirá. La excitante expectativa de una date date happiness date.

Incluso pude ver – nuevamente – los destellos de risas. Miradas cómplices. Y sentí un calorcito en mis mejillas. Inmediatamente conseguí lo que hace mucho no resulta. Reír sin más ni más. Me sentí la másss feliz! Y me conozco. No voy precisamente con la sonrisa a flor de piel. Todo lo contrario. Hubiera podido quedarme parada en ese lobby toda la noche. Eternamente. Porque estaba alelada. Sencillamente flotaba.

El grito de ¿Osea vas aquí? me reincorporó. Debo confesar que fui muy valiente. Ingresé a esa suerte de espacio minado. Totalmente invadido por fragmentos de mi historia favorita. La más bonita y la más tortuosa. Aquella que – aún – no me atrevo a darle un final. Porque un lunes avanzo. Y un miércoles en la tarde retrocedo. Porque no resulta sencillo confrontarte desde una esquina. Ver aquella mesa de dos vacía. Y creer – increíblemente a tus 27 años - en señales.

A estas alturas una sincera confesión. Sería lo mínimo. Y es que la postergo semanas días horas. ¿Será que no podré? Inventar códigos frases y apelar a besos inmediatos de paz. ¿Podría ser tan terrible que no encuentro las palabras exactas? Será que mi imaginación se desató tanto que magnifiqué absolutamente todo. Hasta registrarlo en la categoría de perfecto. O sencillamente me cuesta salir de la cama. Abrir las cortinas. Cambiarme. He iniciar una historia diferente para cada día de la semana.

Hoy confío que mañana todo vendrá en otro color. Uno más desbordante. Sin embargo es necesario recordar - escoger las palabras - compartirlas. Percatarte que solo tú puedes emprender el camino. Uno que no tiene aristas de opciones. Porque la decisión hace mucho está servida. En frío. Sin duda aquel implacable Apple Martini allanó las vías para preguntar: “¿No estarás buscando al hombre perfecto?”. A lo que una no muy sobria Piña Colada respondió: “Espero que el te encuentre a ti”. Salud contigo!

PD. Donde estés

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vente pa´la Guaira.. Te lo dice la voz de la Piña Colada.. pa´que veas! Es una orden!

Anónimo dijo...

Eres una trome usando el lapiz, porque llegas a lo m�s profundo de las fibras, escribe es lo tuyo
ADELANTE PORQUE ERES ERES LA DEL SIGLO XXI XXII

SUERTE LLEGARAS MUY PERO MUY LEJOS

Anónimo dijo...

Gracias.

R.

Giancarlo dijo...

Eres una mujer moderna, gitanilla. Espero que haya Martini por mucho rato.