Lluvia de los 90 a 17 grados

Fue en un espacio perfecto. Barra plenisima. Niñas disparatadas por llamar la atención. Mientras Tracey Thorn nos decia a cada una de nosotras: "And I miss you/ Like the deserts miss the rain"

Recuerdo cuando bailaba esta canción. A pesar de que fue lanzada en 1994 recién llegó a Lima aproximadamente en 1996. En esa época estaba enganchadísima con la onda de la universidad. Que si salimos. Que si quiero trabajar. Que si vamos a casa de Yako el viernes. Que si Roxana desapareció. Que si salgo con el hermano de Ivette Rejavinski. Que si me encanta esto de la propedeútica de comunicaciones. Que si mi tio se quedó como rehén en la casa del Embajador de Japón.

Recuerdo mi primera vez con Everything but the Girl. Fue en un espacio perfecto: Downtown. Barra plenisima. Niñas disparatadas por llamar la atención. Ya sea con movimientos freneticos. Con aires misteriosos. Sentadas en la barra. Conversando como quien no mira. O en otra de espaldas frente al espejo. Mientras Tracey Thorn nos decia a cada una de nosotras: "And I miss you/ Like the deserts miss the rain"

Hoy la escuché camino a casa. Descubrí que sí pues me gusta más que antes. Me encanta sentirla en épocas de invierno. Con manos gélidas. Mirada extraviada. Recostada a la luna. Viendo los colores de esta ciudad gris. A 17 grados va mejor. Un día de pergrinaje por el Downtown vi a un desconocido Salim. Contonearse tan febrilmente como yo al otro extremo de la pista. Sensaciones indisolubles que solo los 90 nos podian ofrecer. Con todo la expectativa de ¿Que será de mi vida? De un tiempo a esta parte puedo decir que no lo hicimos tan mal.

Gracias Everything but the Girl por recordármelo. Con sueño y algo amnésica concluye este lunes. Buenas noches los pastores.