EA, PUES, SEÑORES !ABOGADOS MIOS¡

En este más de un mes, cumplí 30, me columpié frente al mar, intenté bucear, me volví una adicta de los hidromasajes, regalos inesperados, escapes de media tarde. Sin embargo, nada reemplaza a esto.

Así me siento. Con el mismo sentimiento de culpabilidad que cuando rezo El Salve y lo mezclo con el Ave María. Luego regreso a la primera oración y divago en algunas frases del Padre Nuestro. No me queda más que agachar - aún más - mi cara de autogol y autoflagelarme en un ¡Sí, pequé! Mientras elevo la tardía - pero acongojada - mirada para pensar, Me perdonas, ¿no?. Solo me falta el pecaminosos bamboleo de torso de Madonna en su video Like a Prayer.

Sé que mucho polvo ha caido por aqui. Desde la última vez que posteé. Literal y Metafóricamente. También. Pero ya estoy de vuelta. Casi como a salvo. En este más de un mes, cumplí 30, me columpié frente al mar, intenté bucear, me volví una adicta de los hidromasajes, regalos inesperados, escapes de media tarde, aficionada a la pasarela de jardin con encaje encima, a las carcajadas cómplices, a los capitanes y al pisco.

Sin embargo, nada reemplaza a esto. Escribir por el placer de hacerlo. Sin que nadie te parametre. Te cuestione. Te lea con la ceja levantada. Con la bendita opinión negativa compulsiva en la punta de la lengua. Quizas la crítica sea uno de los estigmas más ponzoñosos con los que tengamos que vivir los periodistas. Estar en el blanco de la observación. Nos presentamos tal cual. Esto es lo que escribo. Esto es lo que soy.

A veces te rondan las nubes negras por la cabeza y piensas: "¿Será que escribo tan mal? ¿Dónde se fue mi creatividad? ¿Y ahora cómo hago? ¡Shit! ¿Qué sudede conmigo?" A veces. Frecuentemente. El miedo te embarga y tocas madera hasta que los nudillos te duelan para que - nunca - en tu mente se asomen frases tan barrocas como "epopeya magistral". Y te viene un fuerte retortijon, cuando muy cerca a ti un vejete mequetrefe se rehusa a dar un paso al costado y soltar - de una vez por todas - la Primera Edición del Diccionario Sopena.

Hace poco asistí a un taller de narrativa del periodista y escritor, Juan Pablo Meneses. Me ordenó un poco - la verdad - las ideas. Y digo poco. Porque con esta nueva avalancha de preguntadera express tengo muchas preguntas y poca paciencia para armar "el método del tren" o su forma de estructurar una historia. Definitivamente espero esas dudas las pueda ejecutar una a una con todas las palabras que escribiré de aqui en adelante.

Sin ya ser una adicta a los contenidos "fashionistas" - dejé de escribir en la revista de modas Privée - ahora me basta con una falda recta - cinturon vintage blusa blanca con volantes - poco make up - cabello al "lo que se puede" - cero esmalte de uñas - para sentirme normal profile.

Desde un normal place que a veces parece la antesala del mismo purgatorio. De reojo y con acomodo de lentes ¡Amén!