Todo cuesta. La comida cuesta. Movilizarte cuesta. Aprender cuesta. Trabajar cuesta. Amar cuesta. Y es aqui dónde me alumbra aquella frase que ya no escucho mucho: "Lo que fácil llega fácil se va. Lo que más cuesta es lo más valorado". ¿Será que aquello que es tan caro tan costoso, aquello que te cuesta llanto, que su precio es tan alto que no hay moneda en el mundo que lo compre, que bordea el invaluable precio de noches de insomnio, horas de pensar & pensar, será aquello que perdurará por siempre? Si nos remitimos al coloquial adagio del "easy come easy go" Pues debería, ¿no?.
Pero el ser humano es tan impredecible que siempre queda la duda. ¿Seré yo? Los agentes externos. ¡El clima! ¿Será que tanto amor te exige & demanda más? A medida que más se avanza más se requiere - léase requerir como sinónimo de solicitar - Más más & más. Pero también más afecto más sentimientos se albergan.Y en este mar tan solícito, espero no perderme. Espero que mi pequeña nave pueda hallar aguas tranquilas, a pesar de saber que, este es un gran oceáno, y que muchas embarcaciones se hunden inexorablemente. No obstante espero perseverar y no reparar tanto en "el costo" sino en el momento. Creo que las lides amatorias deberían estar reñidas con la palabra costo.
Desde hoy elimino el "me cuesta" y lo reemplazo por el "disfruto". ¿Si tanto me costó? Lo justo es disfrutarlo al máximo.
Me rio, al leer el post. Premisa planteada. Premisa resuelta.
1 comentario:
Pico y pala. En todos los órdenes de la vida, incluido el amor, cómo no. Todo lo que es valioso requiere de un mimo y una entrega especiales. Lo que no vale nada se mantiene por sí solo, no requiere de ningún tipo de cuidado. Es sabido que la filosofía del esfuerzo no goza de demasiada popularidad en estos tiempos que corren, donde lo queremos todo de forma instantánea y fácil, pero al final, el del esfuerzo es el único camino que conozco para construir algo verdaderamente hermoso y duradero.
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