4.02.2013

ABRIL POR LAS BUENAS O POR LAS MALAS

¿Cómo hacer para que un castillo no se desmorone? ¿Como evitar que la arena no ceda al caprichoso movimiento de las olas? ¿Qué hacer para no presenciar el estrepitoso encuentro del mar & la arena?

¿Salimos corriendo? Nos ponemos lo primero que encontramos. Guardamos torpemente nuestros tesoros más preciados y derribamos esa puerta & ya. ¡Uff! Paso. Ya pasó. Y tras esa puerta dejamos lo que una vez lo fue todo. Es tan anacrónico como todo se puede convertir en nada.

Tras esa puerta de cedro rasgada, dejaba unos inmensos ojos que nunca los vio mas sí los soñó. Risas por cuatro. Diferentes voces se iban a confundir en una sola habitación. La algarabía de creer que al final del camino tal vez podría estar lo mejor. Lo difícil era creer que tras esa puerta no se encontraba el fin de su camino. Era una travesía para. Un sendero para. Un trayecto vestido de vendaval que alborotó todo su espacio. Días noches & tardes. ¿Qué cómo sucedió?


En el primer día de abril, ella vestida de riguroso azul también se lo pregunta. Mientras trata de darse calor con sus manos. Porque no llevo abrigo. Y mientras el frío le cosquillea la piel ella continua tratando de mantener el equilibrio en un riel que la desafía a cada paso. Porque en el ínterin de construir aquel castillo, no reparo que era de arena y ella real. 

Porque no es iluso ni ostentoso pensar que los sueños & las promesas pertenecen a este mundo. No es cierto que soñar tenga un límite. ¿Qué hubo de presuntuoso en creer que esta vez sí seria la mirada indicada? La veo recorrer el lado estrecho - al costado del charquito  - con sumo cuidado. Pero sus zapatos están salpicados de barro. 


Dicen que existe una fuerza poderosa a la que llaman esperanza. Sé que al dormir pensará en ella & que el segundo día de abril será mucho mejor.


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