9.01.2009

CANCIÓN PARA CONDUCIR


Válida también para afectos medio sinuosos

Sí estoy con el mood para postear y postear. Lo cual confirma mis ganas postergadas de escribir. Últimamente he estado viendo muchos blogs de moda y tendencias. Lo cual me tiene un tanto saturada. Considerando que trabajo para una revista de ese estilo. A veces te cansas de diagnosticar tanta trapería. Justo hoy leía en un blog: "Me encantaría tener el trabajo de personal shopper" - estilista personal - dícese de la persona con conocimientos para saber que vestido - entre miles - te quedará in. Tengo mis serias dudas respecto a ello.

Además de que todo exceso es malísimo. Tanto color formas texturas tallas cortes drapeados estilismo llegan a desafinar la retina. Por ejemplo. Ayer vi innumerables detalles collares pulseras ganchos de mil colores carteras bolsos clutches. Y para mi propio asombro: NO COMPRÉ NADA. Ciertamente creo que esos sitios atiborrados de tantísimos accesorios dejaron de ser "mis jugueterias". ¿Quién lo diria? ¡Increíble! Sin embargo no por ello. Dejaré de darme una vuelta por espacios virtuales y reales para ver. No descartando. El querer poseer.

Tendida en mi cama a cinco minutos de despertarme escuché esta canción de Rod Stewart. Que tiene un parecido asombroso a una medio lejana para mi. La busqué. Y la encontré perfecta. Porque me conduce. Literalmente. Además que me proyecta. Hacia un futuro casi casi inmediato. Lo único que me frena es el tráfico insoportable de Lima. Porque aquí se maneja con la leche cortada. Agria. A la defensiva de esquivar algun auto freakie. Por eso dicen que quien maneja en Lima puede hacerlo tranquilamente en cualquier sitio.

No obstante. Ya encontraré la ruta para ir so relax. Y cómo creo no la hallaré. Ya tengo el refugio perfecto para acallar mis ganas de gritar. De acordarme de familias enteras. Y de enviar saludos a las mamás de todos los otros conductores. Obligadísima en el stereo ni bien vaya tras el volante. Crucen los dedos.


4 comentarios:

Domingo dijo...

Yo soy usuario habitual de transporte público, pues no tengo coche y por no tener no tengo ni carné de conducir. Nunca me ha llamado la atención. En eso he salido a mi padre, que tampoco se ha puesto jamás tras un volante. Tiene sus ventajas, también sus inconvenientes, sobre todo respecto a temas laborales (¡te piden coche hasta para ser un gris oficinista apalancado siempre en tu escritorio!). Por lo demás, querida Mirella, veo que estás en plena desintoxicación fashion. ¡Juas! ;)

La Vaka dijo...

Hola linda, entiendo perfecto el no encontrar caminos cortos para moverte en ciudades caóticas... pero como dices... si manejas en Lima manejas en todos lados mmm!!! cuando quieras te esperamos en Ciudad de México, estoy segura que tu postura cambiaría...

Abrazos enormes!!

Mar dijo...

Estoy de vuelta. Miss you a lot!! ¿Tú como estás? Con novedades mil no es verdad? Escribemeeee! muaks!

Blonda dijo...

Creo que somos muchos los que andamos sin ganas de escribir...será la época?

En fin, ese tema es genial, para manejar o hasta para pasar la escoba en casa ;)(porque no tengo auto)


besos y buena semana